sábado, 2 de mayo de 2015

Cuando miro a tu puerta...

He intentado olvidar lo que siento por ti, he intentado dejar de soñarte, he intentado dejar de pensarte, he intentado que me importes menos, he intentado sacarte de mi mente, he intentado... Dejar de amarte. Pero lo único que consigo es enamorarme cada día más de ti. Cada vez que salgo de mi casa, miro en dirección a la tuya, ¿por qué? No lo sé, miro esperando algo pero siempre obtengo el mismo resultado: una puerta cerrada. Suspiro y me dirijo a mi destino, ¿ Por qué no pueden las personas buenas tener las mismas oportunidades que las malas?, ¿por qué somos nosotros los que debemos sufrir? Tal vez espero un día volver a verte sentada en aquella puerta, con tu cabello lacio, respirando aire fresco. Tal vez espero algún día que yo salga y que al voltear me encuentre con tus brazos en mi cuello y que me digas que me quieres. Tal vez espero algún día salir y que vengas a mis brazos y me beses. Me dejes besarte aunque sea sólo una vez. Pero se que nada de so jamás será posible. Eres un espejismo que me rompe el corazón, por fuera grito de la emoción al verte, por dentro lloro al saber que no eres real...

Sólo espero no voltear siempre y ver aquella puerta cerrada, y no solo la de tu casa.

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